lunes, 2 de junio de 2008

LA INMORTAL





El año pasado, cuando nos comentaron de hacer la inmortal, apenas llevabamos tres meses entrenando y nos pareció un poco pronto para hacer la marcha después de muchos años sin sacar la máquina, ya que es una ruta bastante dura. Este año la teníamos marcada en el calendario, pero un compromiso familiar nos impidió asistir. Sin embargo, el fin de semana siguiente nos fuimos a Caudete con intención de hacer el recorrido de la carrera. Tuvimos mucha suerte, ya que estaban todavía las marcas de cal en los caminos.

La verdad es que sufrimos bastante, los 80 kms pesaban, además del calor y de las cerca de 4 horas subidos en las bicis. Empezamos a un ritmo ligero, y en la subida a los molinos ya comenzamos nuestra guerra particular. Ese día Oscar estaba fuerte subiendo, era mi cuarto día seguido saliendo en bici y estaba algo más justo de fuerzas que otras veces, Jaime ya empezada a encontrarse bien cuando el camino se pone cuesta arriba, y Miguel... como siempre, sube a su bola pero siempre se guarda algo para el final.

La primera hora y media fue divertida, entretenida y con alguna bajada para disfrutar de las dobles. A partir de las 2 horas y media ya se empezaba a notar el cansancio y ya no pedaleábamos con tanta alegría.

La anécdota del día fue que me dieron unos calambres muy fuertes cuando comenzábamos la segunda subida a los molinos, con unos 65 kms de montaña a las espaldas, y me tocó subir empujando la bici.

Oscar: moraleja, si no conoces el camino no te pongas a hablar con tu mujer que te puedes perder.

Cuando por fin llegamos a los coches, todos coincidíamos en que había sido duro, muy duro, pero teníamos que repetir cuando cogiéramos un poco más de fondo.

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